Tras la tragedia ocurrida en el Colegio Cervantes de Torreón se generó el debate sobre la influencia de los videojuegos en los niños y jóvenes

CIUDAD DE MÉXICO.- La tragedia en el Colegio Cervantes, en Torreón, Coahuila, donde un estudiante de 11 años disparó contra una maestra e hirió a varios de sus compañeros, para luego suicidarse, ha provocado una gran polémica en torno a los videojuegos, por la ansiedad que estos podrían generar en los usuarios.

Por su parte, en sus primeras declaraciones, el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, sugirió que el menor fue influenciado por un videojuego llamado Natural Selection.

En entrevista con Notimex, María Fernanda Pineda Engels, psicóloga egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con especialidad en psicoterapia psicoanalítica y experiencia en atención a adolescentes, dijo: "En este caso, el principal problema es que un niño de 11 años tenía acceso a armas de fuego, no a un videojuego".

Refiere la especialista que "esta conducta va más allá de algo relacionado con la ludopatía, que se define como un problema con los videojuegos. Un chico de once años, tiene por lo menos desde los cuatro o cinco una conciencia moral total de qué es lo bueno y lo malo. Distingue lo que es real de lo que no lo es", explicó.

"Si el niño tenía problemas con los videojuegos, se tendría que haber diagnosticado desde por lo menos cuatro años atrás. Para decir que el detonante fue el videojuego, se requería un diagnóstico, no fue de la noche a la mañana", aseveró.

Agregó: "De lo que sí podemos hablar es que el uso de videojuegos genera estados de ansiedad, falta de control de emociones, de impulsos. Puede haber una relación, pero que los juegos como tal hayan provocado esta tragedia, no es correcto".

Una conducta como esta, dice Pineda Engel, "necesariamente es multifactorial, tiene que ver con problemas en la familia, agresión y violencia en su círculo cercano, etcétera". El descuido hacia las actividades de los pequeños es un problema serio, comentó.

Y argumentó, además, que aunque suene exagerado, el tiempo que un niño debe pasar frente al televisor, no debe exceder las tres horas, tres días a la semana, lo cual no sucede. También puntualizó que "los juegos electrónicos tienen una clasificación que los padres pasan por alto".

Hay cada vez más adolescentes con problemas de ludopatía, lo que les impide socializar, dijo la psicóloga. "Ahora, a menos que haya un problema de esquizofrenia u otro padecimiento, la adicción a los juegos de video no implica perder el sentido de la realidad", concluyó.