Alta incidencia delictiva, como más 1800 homicidios en Tijuana, repunte de Covid-19, reactivación económica, confrontación política y una encarnada lucha por el poder en Morena

Por Alberto SARMENTO REYES / HIPTEX

Con una alarmante incidencia delictiva en la mayoría de los municipios, un preocupante repunte de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos a causa del Covid-19, una encarnizada confrontación política al interior de Morena, pero con el liderato nacional en la reactivación económica durante la pandemia, así es como el presidente Andrés Manuel López Obrador habrá de encontrar a Baja california en la gira de tres día que inicia este viernes en Mexicali.

Con un año en el gobierno en en Tijuana y Baja California, así como dos a nivel nacional, los gobiernos de Morena no han podido disminuir la incidencia delictiva en la entidad.

De acuerdo a cifras oficiales, a octubre de este año, la organización Semáforo Delictivo coloca a Baja California en el primer lugar nacional en el delito de robo de vehículo; segundo en homicidios dolosos; en tercera posición en narcomenudeo y violaciones; seguido por la quinta posición el delito de violencia familiar; en sexto lugar el robo a casa habitación; y un noveno puesto para las lesiones.

En los llamados delitos de alto impacto, Tijuana se ubica en el primer lugar del ranking de ciudades con mayor número de homicidios dolosos, hasta el día de ayer, las autoridades estatales reconocen mil 819 asesinatos, 140 de ellos en lo que va de noviembre.

El presidente López Obrador también encontrará una entidad con un preocupante repunte de la pandemia del coronavirus. Las autoridades sanitarias estatales, que han seguido al pie de la letra las disposiciones federales, ha alertado sobre los niveles de ocupación hospitalaria que están llegando a los niveles registrados en mayo cuando la situación estaba en su peor momento.

Pero no solo malas noticias habrá de recibir López Obrador durante su gira de trabajo por los seis municipios de la entidad, y es que Baja California se encuentra entre los estados que lidera la reactivación económica, mediante la recuperación de empleos tras el confinamiento masivo a causa de la pandemia.

Su ubicación geográfica sigue siendo un importante polo de atracción de inversiones, que le ha permitido al gobierno de Jaime Bonilla presumir este logro.

Pero sin duda alguna que el más grave problema que enfrenta el gobierno de López Obrador en Baja California, es la confrontación política al interior de Morena, que si bien es más evidente en el caso del gobernador Jaime Bonilla y el alcalde de Tijuana, Arturo González Cruz, no es la única que existe.

Aunque Tijuana es el epicentro de la lucha por el poder al interior de Morena, cada vez están más definidas las posiciones: por un lado está el ala que encabeza el gobernador Jaime Bonilla y, por otro, liderazgos que, hasta el momento no se han articulado en un bloque.

Estamos hablando de González Cruz, la alcaldesa de Tecate, Zulema Adams, la senadora Alejandra León Gastélum, así como uno que otro legislador local o federal.

En fin, nada que el presidente López Obrador no haya visto en otras entidades del País es lo que verá en Baja California.