La violencia y la pobreza también los expulsa de sus lugares de origen, como Michoacán y Guerrero, desde donde llegan a esta frontera con miras de cruzar legalmente “al otro lado”.

Redacción/ HIPTEX

TIJUANA.- No sólo los centroamericanos, mexicanos desplazados de sus lugares de origen por la violencia y la pobreza, también ansían una oportunidad de ingreso legal a Estados Unidos vía el asilo político y no dudan aguardar semanas por su turno en una larga lista de espera.

Tal es el caso de una madre de familia refugiada desde hace tres semanas junto con su hijo de edad preescolar, en el albergue “Juventud 2000” de la Zona Norte de esta ciudad.

Tiene la ficha mil l98 para entrevistarse con autoridades de inmigración de Estados Unidos y solicitar ante ellas asilo político.

La mujer, originaria de Azcapotzalco, Guerrero, no sabe cuánto tiempo más deba vivir en una casa de campaña dentro de las instalaciones del albergue, a donde llegó huyendo de la violencia.

“Hay mucha violencia; ya no hay seguridad, está muy triste, muy feo allá”, compartió con HIPTEX sobre la razón de abandono de su lugar de origen.

“Todavía me falta porque creo hoy llegó al mil 050 y a mí me tocó el mil 198”, declaró.

Desconoce cuánto más deba esperar para su cita con un oficial de inmigración que deberá constatar que tiene temor creíble de regresar a su lugar de origen y es elegible para ser sujeta a asilo político por parte del gobierno norteamericano.

Sabe que si bien el proceso de recepción de solicitantes es lento, algunos días se pausa aún más porque los norteamericanos no convocan a ninguno.

El presidente estadounidense Donald Trump firmó la semana pasada una orden de migración para endurecer la política de asilo político de su país ante el avance por México de la caravana migrante de centroamericanos.

En ella, quedó estipulado que nadie que entrara por la vía ilegal sería sujeto al beneficio y la recepción de solicitudes se frenaría por tres meses hasta acordar un plan de deportación con México.

Como esta mujer, muchos otros mexicanos solos o acompañados de sus hijos llegan a esta ciudad buscando emigrar a Estados Unidos y reunirse allá con otros familiares que han logrado cambiar su calidad de vida con respecto a la que tenían en sus lugares de origen. (lgs)