En México hay pocos expertos en el tratamiento para evitar el deterioro y la falta de movilidad en el brazo del lado en que se aplicó la mastectomía o extirpación de la glándula mamaria o parte de ella.

México necesita profesionales certificados en el tratamiento para evitar la presencia de linfedema u obstrucción del sistema circulatorio e inmunológico en quienes se les retiró un seno y ganglios por cáncer de mama, planteó la especialista Sofía Elena Pérez Zumano.

La profesora de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia de la UNAM comentó que en México hay pocos expertos en el tratamiento para evitar el deterioro y la falta de movilidad en el brazo del lado en que se aplicó la mastectomía o extirpación de la glándula mamaria o parte de ella.

En el Museo del Universum, durante la séptima edición de la Fiesta de las Ciencias y Humanidades, Pérez Zumano comentó a Notimex que cuando se quitan ganglios linfáticos la linfa no tiene vías por donde pasar pues hay una obstrucción, por lo que busca otro camino.

Cuando ese proceso sobrepasa la capacidad corporal y no encuentra esas vías el brazo se hincha, añadió la académica, quien destacó la importancia del sistema linfático como parte del sistema circulatorio e inmunológico.

La doctora en Ciencias de la Enfermería detalló que el tratamiento para la paciente con linfedema consiste en el cuidado de la piel para posteriormente aplicar un drenaje linfático manual que debe realizar el especialista, pues es el único que sabe que el drenado debe ser superficial, a determinado ritmo, dirección y presión y dirigido a las vías donde corre la linfa.

Ese procedimiento lo hace el terapeuta especialista en su consultorio, para lo cual la paciente debe estar acostada. Una vez realizado el drenaje linfático, que dura entre 30 y 40 minutos, dependiendo del volumen del brazo, se hace un vendaje especial de tracción corta.

Igualmente se coloca otro tipo de material para proteger la piel y favorecer que se rompa el tejido duro que se forma y se llama fibrosis.

De acuerdo con Pérez Zumano en promedio se usan tres vendas especiales, diferentes a las convencionales, y el costo de cada una es de hasta mil 500 pesos sin contar honorarios del especialista.

Ya con el vendaje multicapas la paciente se va a su casa, donde deberá efectuar una serie de ejercicios que le indicó el especialista.

Posteriormente regresa al consultorio donde se le retira el vendaje especial y nuevamente se le aplica el drenaje y se le mide el brazo hasta que ya no haya cambio de volumen. Ese procedimiento dura de una a tres semanas, dependiendo de la respuesta del organismo.

Al concluir ese tratamiento intensivo pasa a fase de mantenimiento en la que el paciente va a consultas cada vez más espaciadas. Cuando se le deja de aplicar el vendaje especial se deberá utilizar una manga de compresión de tejido especial y plano para mantener el adecuado volumen del brazo. (sar/Notimex)