Hasta esta noche, las explosiones han provocado al menos 78 muertos y cerca de 4 mil  heridos, así como "innumerables" daños materiales

BEIRUT, LÍBANO.- La fuerte explosión que se registró este martes por la tarde en un almacén de la zona del puerto de Beirut, la capital de Líbano, ha provocado al menos 78 muertos y cerca de 4 mil  heridos, así como "innumerables" daños materiales, en palabras del ministro de salud, Hamad Hasan.

Se prevé que el número de víctimas vaya aumentando a medida que avancen los trabajos de desescombro dadas las devastadores imágenes que llegan desde la capital libanesa.

La explosión generó una enorme onda expansiva y se pudo sentir en toda la capital desde varios kilómetros de distancia.

Se reporta que hubo rotura de vidrios en viviendas a más de cinco kilómetros de la explosión y que los edificios sufrieron daños de diversa consideración en un radio de más de dos kilómetros.

El presidente libanés, Michel Aoun, ordenó a las Fuerzas Armadas que desplegaran patrullas en las zonas del desastre "para mantener la seguridad" y llamó a la población a proveer refugio a todos aquellos que se han visto desplazados por la deflagración.

Además, el presidente convocó de urgencia al Consejo Supremo de Defensa para abordar la crisis sin precedentes y decretó luto nacional para la jornada de este miércoles.

El primer ministro libanés, Hasan Diab, ha prometido esta noche que los responsables de la explosión van a "pagar el precio" en un breve discurso televisado en el que también ha afirmado que "esta catástrofe no pasará sin responsabilidades" y que hacer justicia es la labor del Gobierno.

"Esta es una promesa a los mártires y a los heridos", ha remarcado el jefe del Ejecutivo, que ha dicho que se harán públicos "los hechos respecto al peligroso almacén que existía desde 2014", sin ofrecer más detalles.

El director de la Seguridad General libanesa, Ibrahim Abbas, afirmó a los medios de comunicación en una visita al puerto de Beirut que "parece que la explosión ocurrió en un almacén con material altamente explosivo confiscado desde hace años", sin dar más detalles por el momento. Será la posterior investigación la que arroje detalles del origen del suceso.

El ministro de Interior, Mohamed Fehmi, ha declarado que la causa de la explosión parece haber sido "una gran cantidad de nitrato de amonio" almacenada en el puerto.

Según la cadena local LBCI, alrededor de 500 heridos de los casi 3 mil notificados por las autoridades han acudido al hospital Hotel Dieu, situado en el centro de Beirut, para ser atendidos. El complejo sanitario habría informado que ya no podría recibir a más víctimas, de acuerdo con la misma fuente.

Otros centros de la capital estarían atendiendo un goteo constante de víctimas, según la agencia oficial de noticias, que además informó que en numerosos puntos sanitarios se empezaron a ver nutridas filas de donantes de sangre poco después del suceso y al aventurarse su desmesurada magnitud.

Mientras, el ministro de Sanidad libanés ordenó a todos los hospitales que reciban a los heridos y que el tratamiento sea a cuenta del ministerio.

La agencia de noticias oficial del país informó que hay "grandes daños en las viviendas y vehículos en los alrededores" del lugar donde se produjo el estallido. De hecho, las imágenes que fueron difundidas en las redes sociales mostraban la detonación y una gran nube con forma de hongo elevándose en el cielo, que provocó una onda expansiva que afectó a varios barrios de la ciudad.

La Cruz Roja libanesa está llamando a sus colaboradores a que se movilicen con urgencia. El suceso ha provocado una ola de solidaridad en la región.

Líbano ya se encuentra sumido en una profunda crisis económica, arrastra una deuda pública de 90.000 millones de dólares, el 170% de su PIB, y en los pasados meses la libra libanesa ha perdido en torno al 80% de su valor frente al dólar.