El expresidente Zedillo alertó que puede haber un colapso de la economía si los gobiernos no evitan una quiebra generalizada de empresas

NEW HAVEN, ESTADOS UNIDOS.- El expresidente Ernesto Zedillo advirtió que debido a la crisis provocada por la pandemia de Covid-19 hay “empresas zombies” y que una quiebra masiva de empresas puede acabar en un colapso de la economía.

“Los gobiernos deben tomar en cuenta que si no se evita una quiebra generalizada de empresas, la próxima presa de la crisis podría ser el sistema bancario.

Ante la crisis actual por la pandemia del Covid-19 se requieren de medidas económicas para evitar un desastre financiero, la quiebra generalizada de empresas y la pérdida de empleos a raíz de esta emergencia, lo que detonaría una crisis en el sector bancario, advirtió Ernesto Zedillo Ponce de León, durante su participación en la Cumbre Inmobiliaria InCON 2020.

“Los gobiernos deben tener en cuenta que, si no se evita una quiebra generalizada de empresas, la próxima presa de la crisis podría ser el sistema bancario. Y, si este llegara a fallar, la totalidad de la economía colapsaría irremediablemente”, advirtió.

El ex mandatario aseguró que a pesar de los apoyos que brindó la banca a muchas empresas para aliviar la crisis, aún persiste el riesgo de que el impacto al sector financiero sea más profundo.

Incluso, el también profesor en la Universidad de Yale, señaló que para hacer frente a la situación se requieren de sacrificios de popularidad de los mandatarios para evitar que los daños a la economía sean irreversibles.

Ante ese escenario, advirtió que es necesario evitar la quiebra de las empresas que, sin solvencia ni liquidez, podrían desaparecer.

“Realmente no sabemos cuántas empresas y compañías, que aunque todavía existen, son, como se dice, empresas zombies, con poca o ninguna oportunidad de sobrevivir a mediano plazo“, alertó el exmandatario.

Para las empresas formales, agregó, los apoyos pueden ir desde beneficios fiscales, como exentar cuotas sociales, lo cual a su vez debe ser compensado por los gobiernos con recortes al gasto público y a la inversión en proyectos de menor rentabilidad social, así como con mayor deuda pública e incluso nuevos impuestos, por ejemplo a las emisiones contaminantes.