Evalúan en qué nivel de calificación estaría México menos presionado, pero en el mismo escalón de "Baa".

CIUDAD DE MÉXICO.- La fortaleza fiscal sigue siendo el ancla que mantiene a México arriba del Grado de Inversión, pero el apoyo que otorga el gobierno a Petróleos Mexicanos distrae recursos públicos para estimular a la economía, generándole una desventaja comparativa con los emisores que tienen su misma calificación, coinciden analistas de Moody's.

En conferencia de prensa, la analista soberana, Ariane Ortiz-Bollin, afirmó que es poco probable anticipar que el país pierda los tres escalones arriba del Grado de Inversión en un corto plazo como han anticipado estrategas de inversión.

"Vemos presión en la flexibilidad fiscal sobre todo para un emisor calificado en 'Baa1' (tres escalones arriba del Grado de inversión)", reconoció. La perspectiva negativa indica que se tomarán un tiempo, que puede ir de 12 a 18 meses, para identificar si tendría menos presión la calificación, otro nivel del mismo escalón "Baa".

El escalón "Baa" en la nomenclatura de Moody's, tiene tres niveles y México se encuentra en el más alto, que está tres pisos arriba del Grado de Inversión. "Indica un grado intermedio de solvencia y están sujetas a un riesgo moderado de incumplimiento por lo que pueden presentar ciertas características especulativas”, según los símbolos y definiciones de calificaciones de Moody's, actualizado en enero de 2021.

La analista precisó que antes de este año, Pemex otorgaba ingresos al gobierno, que de algún modo compensaban el apoyo que siempre ha facilitado a la empresa. Sin embargo, con el deterioro de la situación productiva y financiera de la paraestatal, el neto de su participación se anticipa nula.

"A partir de este año estimamos que la contribución de Pemex será prácticamente nula. Esto no significa que no vaya a otorgar nada. Anticipamos que la aportación en pago de impuestos y transferencias rondará el 2% del PIB, pero luego el gobierno de alguna forma ya sea con reducciones en la tasa contributiva, transferencias de capital o alguna otra forma dará un apoyo equivalente a 1% del PIB por lo menos".

En la misma conferencia, la analista líder para Pemex, Nymia Almeida acotó que "el apoyo del gobierno es fundamental para la calificación de la petrolera y es muy importante que el gobierno sea suficientemente fuerte para apoyarle". "Los riesgos de Pemex tienen que ver con la fortaleza del soberano", advirtió.

La analista soberana descartó que la reforma tributaria que planteará el Ejecutivo en la segunda parte de este año, alcance para descargar la presión de las finanzas públicas por su compromiso con Pemex.

"Creemos que esta reforma va a ser más administrativa que tributaria y si bien puede tener un impacto positivo en las finanzas públicas, no pensamos que la recaudación va a aumentar de manera significativa y se va a mantener más o menos donde está", previó Ortiz-Bollin.

Si el cambio fiscal logra aumentar ingresos en por lo menos un punto del PIB, podrían considerar un cambio en la perspectiva para dejarla estable. De hecho, la analista detalló que la ratificación de la nota, otorga un lapso de 12 a 18 meses para ver como se resuelve la tensión en las finanzas públicas y el crecimiento de la economía.

Respondió que "independientemente de lo que pase en elecciones legislativas de junio, es poco probable un cambio de timón importante en las políticas públicas observadas hasta ahora en austeridad, control de gasto y limitar el tamaño de la deuda. Vendrán pocos cambios en la política energética".

Y admitió que en la ratificación de la nota sí están tomando en cuenta que "es posible que se pierda la mayoría en congreso pero no vendrán mayores cambios en la ruta económica. Seguramente vendrán mayores tensiones en la aprobación del presupuesto".

"Hemos visto apoyos desde 2016 por diferentes razones, pero en 2021 ya se comprometieron 6,900 millones de dólares para la empresa. Una cifra que no tiene precedentes en la historia", aseguró Almeida.

La experta en la petrolera insistió como lo ha hecho desde enero, en que el gobierno materializará una transferencia de otros 15,000 y 19,000 millones de dólares a Pemex este mismo año.

La analista soberana apostilló entonces que con una empresa petrolera productiva, el gobierno podría destinar estos recursos para estimular a la economía y nos estaríamos recuperando a tasas más rápidas.

Ortiz- Bollin recalcó que la inversión ha pasado de 22% del PIB a 18% del Producto ante la preocupación del sector privado de cambios legales o regulatorios que rebasen al sector energético. Esta incertidumbre sí está afectando a las decisiones de inversión y podría tener impacto más duradero en el crecimiento del mediano plazo.