En el Estado se contemplan entren en operación 28 bancos y dos más que se proyectaron para la zona del Sur Profundo
TIJUANA.- Con la finalidad de afinar detalles para la apertura de los Banco del Bienestar en Baja California, Alejandro Ruiz Uribe, Delegado Federal Único en Baja California, sostuvo una reunión de trabajo con Orlando Pérez Pacheco, Subgerente Divisional del Banco del Bienestar.
Alejandro Ruiz Uribe informó que debido a la pandemia se habían puesto en pausa la apertura de los Bancos del Bienestar en las diferentes zonas regionales de Baja California, pero ahora pasada la crisis sanitaria más fuerte se contempla agilizar la apertura de 28 bancos y dos más que se proyectaron para la zona del Sur Profundo.
En conferencia de prensa, informó que en la reunión con Pérez Pacheco también estuvieron representantes de la Dirección General Jurídica del Banco del Bienestar quienes recibirán por parte de la Delegación de Programas para el Desarrollo en BC a su cargo, un informe de los predios destinados para este proyecto que tiene el objetivo principal de promover y facilitar el ahorro de los mexicanos.
“El Banco del Bienestar tendrá 2 mil 700 sucursales a nivel nacional, habrá más sucursales de las que poseen otras grandes instituciones financieras y se espera que al cierre de este año la mayoría se encuentren en operación al servicio de los mexicanos”, subrayó Ruiz Uribe.
Derivado de esta reunión los altos directivos del Banco del Bienestar trabajan en la selección y capacitación del personal que laborará en las sucursales del Banco del Bienestar lo que ayudará a promover fuentes de trabajo, así como promover para estos cargos a Servidores de la Nación que reúnan los requisitos para realizar tareas de atención administrativa y al público en general.
Indicó que el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, atinadamente confió en el Ejército Mexicano para la construcción de las sucursales a cargo de ingenieros militares y otro de los objetivos es que estén ubicadas cerca de las comunidades más alejadas porque muchas veces a los beneficiarios de los programas sociales les es imposible trasladarse a una sucursal bancaria a cobrar su dinero.