El rey Carlos III prometió este viernes, en su primer discurso como monarca, continuar con el “servicio de toda la vida” de la reina Isabel II con su propio sello modernizador

LONDRES, REINO UNIDO.- El rey Carlos III prometió el viernes en su primer discurso como monarca continuar con el “servicio de toda la vida” de la reina Isabel II con su propio sello modernizador, mientras Gran Bretaña entra en una nueva era incierta bajo un nuevo soberano. En todo el mundo, el reinado excepcional de la reina fue conmemorado, celebrado y debatido.

Carlos, quien pasó gran parte de sus 73 años preparándose para el papel de rey, se dirigió a una nación en duelo por el único monarca británico que la mayoría de las personas vivas en la actualidad habían conocido. Toma el trono en una era de inquietud tanto para su país como para la propia monarquía.

Habló de su “profundo dolor” por la muerte de su madre, calificándola de “inspiración y ejemplo para mí y para toda mi familia”.

“Esa promesa de servicio de por vida la renuevo a todos hoy”, dijo en el discurso de nueve minutos y medio, grabado más temprano ese día y entregado con una foto enmarcada de la reina sobre un escritorio frente a él.

“Al igual que la reina misma lo hizo con una devoción tan inquebrantable, yo también me comprometo ahora solemnemente, durante el tiempo restante que Dios me conceda, a defender los principios constitucionales en el corazón de nuestra nación”, dijo.

El discurso del rey se transmitió por televisión y se transmitió en la Catedral de St. Paul, donde unas 2.000 personas asistieron a un servicio en recuerdo de la reina. Incluían a la primera ministra Liz Truss y funcionarios de su gobierno, junto con cientos de miembros del público que hicieron fila para comprar boletos.

Cuando el país comenzó un período de luto de 10 días, personas de todo el mundo se reunieron en las embajadas británicas para rendir homenaje a la reina , quien murió el jueves en el castillo de Balmoral en Escocia después de 70 años sin precedentes en el trono.

En Londres y en sitios militares de todo el Reino Unido, los cañones dispararon 96 tiros en un elaborado saludo de 16 minutos que marcaba cada año de vida de la reina.