Según las fuentes consultadas por Carlos Loret de Mola, los autores intelectuales siguen con esa idea en la cabeza y seguramente lo intentarán de nuevo.

CDMX.- La balacera ocurrida este fin de semana en la casa del  cardenal emérito de México, Norberto Rivera Carrera, tenía como fin ejecutarlo, y no un robo como en primera instancia se precisó, indicó el día de hoy el periodista Carlos Loret de Mola en su columna publicada en el diario capitalino El Universal.

Según el también presentador de “Primero Noticias”, sicarios del Estado de México fueron contratados para asesinar a Rivera Carrera, en su vivienda de la colonia Florida de la ubicada en Álvaro Obregón, en la Ciudad de México.

“Según estas fuentes, la hipótesis del asesinato es la que está más fuerte en este momento. Incluso les parece francamente sospechosa la actitud del escolta del arzobispo primado de México emérito: aparentemente no habría hecho nada durante el ataque y se preguntan si estaría coludido con el comando que llegó a la vivienda del prelado para realizar esta ejecución”, escribió Loret.

“Según la indagatoria oficial, el asesinato no se llevó a cabo porque los presuntos sicarios mexiquenses no esperaban la reacción del elemento de la PBI que repelió la agresión a costa de su vida”, remarcó el columnista..

“Uno de los datos que habría sido clave para apuntar a esto, es que uno de los presuntos sicarios llevaba ya el arma desenfundada cuando entraba a la casa.

​​​​​​​“Ese tiro está cantado”, me sintetiza una fuente, dejando claro que las autoridades no descartan que quienes hayan mandado matar al cardenal siguen con esa idea en la cabeza y seguramente lo intentarán de nuevo, por lo que se ha reforzado la seguridad en su entorno”, finalizó el comunicador.