"Estamos llegando a sectores donde no podían comprar un libro y con estos precios pueden. Estamos desarrollando campañas de creación de clubes de lectura y salas de lectura, ya llevamos 10 estados de la República con un notable éxito", afirma el funcionario federal.

 



Por: Salvador Álvarez

CDMX.- El director del Fondo de Cultura siempre fuera de protocolo y sin tapujos, responde a cada pregunta sobre libros o cómo hacerlos llegar a aquellos lectores que todavía no saben que lo son. Para Paco Ignacio Taibo II, las políticas culturales han estado lejos de la población porque nunca consideraron ni al libro y menos al lector.

"Nosotros vinimos aquí a tomar decisiones, no a pasearnos. Nosotros vinimos aquí a operar como franciscanos, austeridad absoluta, recorte de gastos innecesarios y simultáneamente vinimos a trabajar para la gente, los lectores: los posibles, los reales, los que podrían serlo, los que ya lo son, a encontrarlos y a darles salida", dice el historiador en entrevista con Notimex.

"El desperdicio y la ineptitud lo que hacían era volver más difícil, muy difícil construir una política popular en el libro, que se planteara el problema número uno: los lectores, dónde están, quiénes son, quiénes pueden ser, quiénes quieren ser y cuáles son las políticas clave", afirma Taibo II.

"Con respecto a la batalla por el precio del libro, dijeron: 'Es intrascendente, no es fundamental…' No, me canso. Llevamos público a librerías que hacía mucho que no entraban clientes, gracias a la oferta de que bajamos a la mitad el precio de los libros; sacamos una colección como 'Vientos del Pueblo', con libros que van de nueve a 20 pesos.

"Estamos llegando a sectores donde no podían comprar un libro y con estos precios pueden. Estamos desarrollando campañas de creación de clubes de lectura y salas de lectura, ya llevamos 10 estados de la República con un notable éxito", afirma el funcionario federal.

En el Fondo de Cultura Económica los retos y las estrategias son diversos, incluyen subidas y bajadas. Taibo II conoce el camino desde abajo, pero también a la industria de papel en la que la batalla por el precio del libro puede ser un dilema que algunos cuestionan. Pero más allá del maniqueísmo están los lectores.

"La bronca no es contra las editoriales", aclara, "la bronca es cuando el fenómeno de la llegada del libro a México pasa por las transnacionales españolas y llega en euros y hay sobreprecio", afirma.

Según el autor de Olga Forever, "algunos sectores, los menos, de la industria editorial, hay que decirlo, los más están apoyando y subiendo iniciativas para la coedición, para publicar juntos, para bajar el precio de los libros importados desde España", subraya.

Pero algunos otros dicen esto puede causar una crisis en la industria editorial. Y les señalas: "No, la crisis no. La crisis la crea tu ineptitud sistemática de publicar libros que tienes en tus bodegas. ¡No me estés dando lata!.

"Si seguimos con esta política no afectamos al conjunto, el Fondo de Cultura Económica va a seguir publicando libros de 400 pesos, por compromisos, porque ya estaban medio hechos, porque no hay manera de bajar los precios", dice Paco Ignacio Taibo II, mientras da otra jalada a su cigarro.

"Estaba viendo ayer las cifras del Librobús: en estos tres meses que llevamos de haberlos activado, las ventas se han elevado 490 por ciento. Entonces dices: '¡Ay güey! ha multiplicado por cinco el número de sus ventas', pero simultáneamente bajamos 60% el precio de los libros, o sea, no corresponde.

"Debimos haber ganado mucho menos dinero porque bajamos brutalmente el precio de los libros, una respuesta es: no. Entonces, a todos los detractores y la carroña que anda por ahí, hay que decirles, como se ve que tú no tenías problemas para comprar un libro, ¿verdad?", y apasionado, como siempre, remata: "Vete a discutir a otro lado, déjanos salir adelante con esta política".

El largo camino hacia una República de lectores

El trayecto no será fácil, advierte el creador de "Semana Negra de Gijón": "No tenemos llaves mágicas, no tenemos grandes programas actuando, tenemos un centenar, dos, tres centenares de operaciones piloto, que dentro de dos meses o seis meses nos van a permitir hacer un balance y decir: 'bueno aquí hay esto', pero estamos teniendo un conocimiento de quiénes son los lectores, dónde están, quiénes pueden ser y no lo son, cómo fomentar la lectura. Estamos teniendo un conocimiento notable de ese universo, y nacional, no chilango", advierte.

"Sé que los libros cambian la vida, a todos no, a algunos. Cuando decimos una República de lectores, no decimos: 'Todos deben de leer cinco horas diarias'. ¡No, no, eso es basura! Eso es autoritarismo disfrazado de benevolencia cultural. Lo que decimos, todos los que puedan, los que no saben, pueden ser lectores. ¡Siempre hay un libro esperándote y no sabes que está ahí!

"Tenemos que ayudar a que el puente se construya, en precio, en distribución, en temas. Es una batalla, que se vuelve muy divertida, que es muy generosa", concluye el escritor.