El expresidente y actual candidato republicano, Donald Trump, declaró que suspenderá las negociaciones comerciales con Canadá si Ottawa insiste en implementar un impuesto digital a empresas tecnológicas estadounidenses. La medida aviva tensiones en plena campaña electoral y podría tener consecuencias en la relación bilateral más importante de América del Norte

Donald Trump volvió al centro de la escena política con una advertencia contundente hacia Canadá. Durante un mitin en Ohio, el exmandatario y actual favorito en las encuestas republicanas afirmó que, de llegar nuevamente a la Casa Blanca, “romperá inmediatamente cualquier intento de acuerdo comercial con Canadá” si el gobierno canadiense no detiene su nuevo impuesto digital dirigido a gigantes tecnológicos estadounidenses como Google, Apple y Amazon.

“El robo digital disfrazado de impuesto no será tolerado. Canadá está jugando con fuego”, declaró Trump ante una multitud. La medida fiscal canadiense, anunciada oficialmente en marzo de este año, busca aplicar un impuesto del 3% a los ingresos generados por empresas digitales extranjeras que operan en su territorio.

Las declaraciones del expresidente se producen en un contexto electoral tenso y en plena renegociación de aspectos del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), especialmente en sectores como comercio electrónico, agricultura y regulación tecnológica.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, respondió de forma mesurada desde Ottawa, asegurando que “el impuesto es justo, moderno y necesario para proteger los intereses de los ciudadanos canadienses”. Sin embargo, funcionarios de ambos países reconocen que las tensiones podrían escalar si Trump gana las elecciones de noviembre.

Además del aspecto económico, analistas internacionales advierten que esta postura podría tensar aún más la diplomacia trilateral en América del Norte y generar incertidumbre para inversionistas en el sector tecnológico.