El delantero portugués del Liverpool, Diogo Jota, de 28 años, y su hermano menor André Silva, fallecieron la madrugada del 3 de julio tras un accidente automovilístico en la A-52, cerca de Zamora. El mundo del fútbol lamenta profundamente la pérdida

Zamora, España.– El mundo del fútbol amaneció este 3 de julio con una de las noticias más desgarradoras del año: el futbolista portugués Diogo Jota, de 28 años, y su hermano André Silva, de 25, murieron en un accidente automovilístico ocurrido en la autovía A-52, a la altura de Cernadilla, en la provincia de Zamora, España.

El siniestro tuvo lugar alrededor de las 00:30 horas, cuando el vehículo en el que viajaban —un Lamborghini Urus— sufrió un reventón de neumático mientras adelantaba a otro automóvil. Esto provocó que perdieran el control, salieran de la vía, volcaran y el coche se incendiara.

Diogo Jota, quien recientemente había celebrado su boda el pasado 22 de junio con Rute Cardoso, regresaba a Portugal tras unas breves vacaciones familiares. El delantero acababa de consagrarse campeón de la Premier League 2024-25con el Liverpool, donde acumuló una exitosa carrera con 65 goles en 182 partidos.

Su hermano, André Silva, también futbolista, militaba en el Penafiel portugués y había formado parte de las categorías juveniles del FC Porto y otros clubes nacionales.

Las reacciones no se hicieron esperar. El Liverpool FC emitió un comunicado lamentando la “pérdida inimaginable” y solicitó respeto para la familia. Figuras como Cristiano Ronaldo, Jurgen Klopp, y clubes como el Atlético de Madrid, Porto, Wolves y la selección de Portugal, expresaron su pesar y homenajearon a los hermanos en redes sociales.

Asimismo, se confirmó que durante los partidos de la Eurocopa Femenina 2025 se guardará un minuto de silencio en su memoria, y se prevé un homenaje oficial en el estadio de Anfield. Aficionados han comenzado a dejar flores, bufandas y mensajes en las inmediaciones del club inglés.

La investigación del accidente continúa a cargo de la Guardia Civil, mientras miles de seguidores, compañeros y amigos lloran la partida de dos jóvenes promesas que dejaron una huella imborrable dentro y fuera del campo.