Una ola de desastres naturales ha puesto en jaque a varios países europeos. Mientras Francia y España luchan contra incendios forestales devastadores, Polonia y República Checa enfrentan lluvias torrenciales y posibles inundaciones. Alemania, por su parte, denuncia un incidente con China en medio de una creciente tensión internacional
El continente europeo enfrenta esta semana una serie de fenómenos naturales extremos que han encendido las alarmas de protección civil y defensa en varios países. En el suroeste de Francia y zonas de Andalucía en España, fuertes olas de calor han alimentado incendios forestales que ya han obligado a evacuar a miles de personas.
Las altas temperaturas, que han superado los 40 °C en algunos puntos, complican los esfuerzos de los cuerpos de bomberos y han provocado daños significativos en áreas residenciales y agrícolas.
Al este de Europa, las lluvias torrenciales azotan a Polonia y la República Checa, donde las autoridades han declarado estado de emergencia en múltiples regiones. Las inundaciones han dañado caminos, puentes y viviendas, y los servicios de emergencia trabajan contrarreloj para rescatar a personas atrapadas y evitar pérdidas humanas mayores.
En paralelo a estas crisis naturales, Alemania ha convocado al embajador chino tras un incidente en el Mar Rojo: un buque militar chino habría dirigido un rayo láser a un avión patrullero alemán, en una acción que Berlín calificó de “acto hostil injustificable”. El hecho ocurre en medio de la creciente tensión geopolítica, aunque no se reportaron heridos.
Los desastres naturales y las tensiones internacionales han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de Europa ante los efectos del cambio climático y las dinámicas geopolíticas globales.
Diversos gobiernos han instado a una respuesta coordinada tanto para la gestión de emergencias como para prevenir futuras catástrofes mediante políticas de adaptación climática.