Mientras el uso de inteligencia artificial para clonar voces gana terreno en el cine indio, miles de artistas de doblaje se enfrentan a la pérdida de empleos, falta de consentimiento y uso indebido de su voz. La ausencia de leyes locales agrava la crisis

En India, la inteligencia artificial (IA) ya está transformando la industria del entretenimiento —y no para bien, al menos no para todos. Los artistas de doblaje han sido los primeros en sentir las consecuencias del auge de la clonación de voz mediante IA, una tecnología que permite replicar con precisión el tono, la modulación e incluso la emoción de una voz humana sin necesidad de que el actor esté presente.

Este avance, impulsado por modelos de texto a voz, ha comenzado a reemplazar trabajos especialmente en sectores como videos corporativos, manuales y promocionales de TV. Aunque todavía no puede sustituir completamente la interpretación emocional que requieren películas o series, ya está reduciendo considerablemente las oportunidades de trabajo. “Si antes un actor de voz hacía entre 15 y 20 proyectos al mes, ahora ha bajado a seis o siete”, afirma Amarinder Singh Sodhi, secretario general de la Asociación de Artistas de Voz de la India (AVA) y reconocido por ser la voz en hindi de Hawkeye y Blade.

El problema no es solo económico. Los artistas denuncian que sus voces están siendo utilizadas sin consentimiento, sin crédito y sin compensación justa. En algunos casos, se enteran de que su voz ha sido usada en producciones en las que nunca participaron. Esto sucede debido a la falta de leyes locales que regulen el uso de la IA en este contexto. “Tu voz es tu propiedad intelectual. Podría ser usada de forma que afecte tus oportunidades futuras”, advierte Sodhi, quien ahora recomienda no aceptar audiciones sin conocer todos los detalles del uso que se le dará al material grabado.

Rakhee Sharma, voz en hindi de Kate Winslet en Avatar: El Camino del Agua, subraya la dimensión ética del problema: “Imagínate que mañana alguien me envía un video de un discurso de odio con mi voz. Me horrorizaría. La voz es parte de nuestra identidad”.

La herramienta más disruptiva es la clonación de voz, que permite aplicar la textura vocal de un actor famoso a la interpretación de otro, eliminando la necesidad del doblaje tradicional. Así, un actor de Bollywood puede “hablar” en otro idioma sin que medie un actor de doblaje, manteniendo su propia voz. Aunque esto mejora la autenticidad, plantea una nueva amenaza laboral. “Pueden argumentar: ‘No vamos a usar tu voz, solo tu actuación’, y pagarte menos por ello”, señala la productora de doblaje Rajashrie Sharma.

La tendencia ya es una realidad en películas como Kalki 2898 AD y Vettaiyan, y se espera que se extienda a toda producción con ambición panindia. El director M.G. Srinivas, fundador del estudio de clonación de voz AI Samhitha, defiende que los artistas seguirán siendo necesarios: “No cualquier voz sirve para clonar. Se necesita técnica, modulación y habilidad”.

Sin embargo, la incertidumbre prevalece. A diferencia de Estados Unidos, donde el sindicato SAG-AFTRA logró un acuerdo que exige consentimiento y garantiza remuneración para el uso de IA, en India no existe aún ninguna legislación ni contratos colectivos que protejan a los artistas.

“Cualquier gobierno quiere aprovechar la IA porque mejora la productividad, pero también puede destruir medios de vida”, advierte Sodhi. Por ello, tanto él como otros artistas, como Ankur Javeri (voz de Goku en Dragon Ball Z), hacen un llamado a la unión de todos los sectores de la posproducción para negociar colectivamente. “SAG-AFTRA también enfrentó resistencia, pero al final las grandes empresas cedieron. Necesitamos algo así aquí”, concluye.