En un entorno educativo cada vez más retador, el acompañamiento psicológico y psicopedagógico se ha convertido en una herramienta esencial para que los estudiantes alcancen su máximo potencial académico y persona

MEXICALI.- En un entorno educativo cada vez más retador, el acompañamiento psicológico y psicopedagógico se ha convertido en una herramienta esencial para que los estudiantes alcancen su máximo potencial académico y personal. Así lo destacaron la Mtra. Ivón Guerrero Ceballos, directora de los Programas de Psicología de CETYS Universidad Campus Mexicali, y la Mtra. Karina Imperial Sosa, coordinadora del Centro de Desarrollo Estudiantil (CEDE) en Campus Mexicali.

Ambas especialistas coincidieron en que, aunque los términos suelen confundirse, cada tipo de acompañamiento tiene funciones específicas. El psicopedagógico se enfoca en facilitar el aprendizaje, diseñar estrategias para mejorar el rendimiento académico, apoyar a los docentes con recomendaciones y detectar a tiempo situaciones que puedan afectar la trayectoria escolar. Por su parte, el psicológico atiende aspectos emocionales, ofreciendo espacios para la expresión, la contención y, cuando es necesario, canalizando a especialistas externos para un seguimiento terapéutico.

“En las instituciones educativas, el acompañamiento psicopedagógico ayuda a que el estudiante desarrolle competencias y viva experiencias de aprendizaje positivas. El psicológico, por su parte, atiende factores emocionales que, si no se detectan a tiempo, pueden impactar en la vida académica y personal”, explicó la Mtra. Ivon Guerrero.

En el ámbito universitario, los retos más comunes incluyen la desorientación vocacional, la falta de hábitos de estudio, la mala gestión del tiempo y problemas de convivencia o comunicación entre compañeros. “Cuando el estudiante se siente emocionalmente bien, su capacidad de concentración y aprendizaje mejora notablemente. Un joven que aprende a manejar su ansiedad o a organizar su tiempo, rinde más y se frustra menos. Y esto repercute directamente en la permanencia escolar”, señaló la Mtra. Karina Imperial.

Tras la pandemia, se ha detectado un aumento en casos de ansiedad social, dificultades para retomar rutinas y hábitos de estudio, así como una menor capacidad de introspección. “Actualmente los alumnos tratan de resolver problemas y buscar por fuera las respuestas, por lo que es importante guiarlos para que desarrollen herramientas internas que les permitan resolver sus retos”, añadió Imperial.

Recomendaciones para aprovechar estos servicios

Padres de familia: ver el acompañamiento como un aliado, sin prejuicios, entendiendo que siempre busca fortalecer el bienestar emocional y académico del estudiante.

Docentes: observar y comunicar cambios de conducta sin etiquetar, pues su cercanía diaria es clave para la detección temprana.

Estudiantes: pedir ayuda sin temor; acudir a un psicólogo no es signo de debilidad, sino una muestra de responsabilidad y valentía.

El trabajo coordinado entre docentes, mentores, CEDE y Escuela de Psicología de CETYS ha generado casos de éxito en los que estudiantes que enfrentaban retos importantes lograron concluir sus estudios y dar el siguiente paso hacia su desarrollo profesional.

“La educación de calidad implica acompañar al estudiante en todas sus dimensiones: académica, emocional y social. Ese es nuestro compromiso como institución”, concluyó la Mtra. Guerrero.