En la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, celebrada en Tianjin, el presidente de China presentó su visión para una nueva arquitectura global, acompañado por los mandatarios de Rusia e India. El encuentro marcó un fuerte mensaje contra la influencia de Occidente
Tianjin, China.— El presidente chino Xi Jinping aprovechó la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCEM) para plantear la necesidad de un “nuevo orden mundial más justo y equilibrado”. En el encuentro, flanqueado por Vladimir Putin y Narendra Modi, Xi criticó lo que calificó como “el comportamiento de ciertos países que intimidan y se inmiscuyen en los asuntos internos de otros”, en una clara referencia a Estados Unidos y sus aliados.
La cumbre reunió a líderes de Rusia, India, Irán, Pakistán y varias repúblicas de Asia Central. Putin respaldó la visión de Xi y defendió la guerra en Ucrania, responsabilizando a Occidente de perpetuar el conflicto. Modi, aunque más cauto, destacó la importancia de mantener la cooperación regional con China pese a las tensiones históricas en la frontera.
El evento también fue escenario para reforzar la influencia de la OCEM como contrapeso a bloques occidentales como la OTAN y el G7. Observadores internacionales señalan que China busca consolidar alianzas estratégicas en lo económico, militar y tecnológico, con especial interés en proyectos de infraestructura y seguridad energética.
La declaración conjunta final subrayó la necesidad de “un orden internacional multipolar” y rechazó las sanciones unilaterales impuestas por potencias occidentales. La próxima reunión de la OCEM se llevará a cabo en Moscú en 2026, lo que refuerza la cercanía entre Pekín y Moscú en un contexto de creciente polarización global.