Madres y padres de familia del jardín de niños Ita Luvi, encadenaron las instalaciones del plantel para impedir el ingreso de docentes y de la directora, como medida de presión hacia las autoridades educativas

TIJUANA.- Madres y padres de familia del jardín de niños Ita Luvi, ubicado en la colonia Valle Verde, cerraron con candado las instalaciones del plantel para impedir el ingreso de docentes y de la directora, como medida de presión hacia las autoridades educativas.

Actualmente, las familias deben aportar 350 pesos al inicio de cada ciclo escolar para cubrir ese servicio, lo que representa una carga económica considerable para la comunidad indígena, la cual, señalan, enfrenta serias limitaciones económicas. En el turno matutino del plantel se atiende a 175 niñas y niños, quienes también se ven afectados por la falta de personal de apoyo.

Durante la manifestación, Rodolfo Arellano Salgado, supervisor de la zona escolar 717 de educación indígena, acudió al lugar para dialogar con los manifestantes en representación del sistema educativo estatal. Aseguró que el tema será atendido y que se buscará una solución que responda a la demanda de la comunidad escolar.

Por su parte, Moisés Ramírez León, presidente de la asociación del grupo étnico Ñusabi —originarios del estado de Guerrero— informó que las instalaciones permanecerán cerradas hasta recibir una respuesta clara por parte de las autoridades.

Charai Pérez Ramos, presidenta de la sociedad de madres y padres del preescolar, subrayó que esta situación debe resolverse lo antes posible.

En tanto, Perla, madre de familia, reiteró que cubrir el pago del conserje con recursos propios es insostenible: “Somos familias de escasos recursos; esto es una carga muy fuerte”, expresó.