La cantante compartió en redes sociales un mensaje en el que afirma haber sufrido secuelas durante el periodo en que estuvo bajo tutela legal. Sus declaraciones reavivan el debate sobre su salud mental y el impacto del control judicial que marcó gran parte de su vida adulta
Britney Spears volvió a generar preocupación entre sus seguidores tras publicar en Instagram una serie de mensajes en los que asegura padecer “daño cerebral” a consecuencia de los años que pasó bajo tutela. La artista acompañó sus palabras con una fotografía simbólica de ella montando a caballo, una imagen que sus seguidores interpretaron como un intento de expresar libertad, pero también fragilidad.
“Lo que me hicieron me dejó secuelas que nadie puede ver”, escribió la cantante en una de sus historias. Aunque no ofreció detalles médicos ni pruebas concretas, la publicación se volvió viral en cuestión de horas y provocó una ola de mensajes de apoyo y preocupación por su bienestar.
Spears, de 43 años, fue liberada de la tutela en 2021 tras más de una década en la que su padre, Jamie Spears, controló sus finanzas y decisiones personales. Desde entonces, la artista ha mantenido una relación complicada con la exposición pública, alternando periodos de silencio con publicaciones que muchos consideran erráticas o enigmáticas.
Hasta el momento, no se ha emitido un comunicado oficial por parte de su representante o familia. Sin embargo, los medios estadounidenses han retomado el tema, recordando que Spears ha sido abierta en el pasado sobre los traumas y el estrés emocional derivados de la intensa vigilancia mediática y judicial a la que fue sometida.
El mensaje vuelve a poner sobre la mesa la discusión sobre la salud mental en la industria del entretenimiento y la forma en que el sistema legal trata a las celebridades con padecimientos psicológicos.