El Juego
La Fórmula 1 no tiene porque ser solo de los ricos
La increíble manera en que los bólidos vuelvan sobre la pista, mientras los pilotos pierden litros de agua en sudor, ya que el estrés de conducir arriba de los 220 kilómetros por hora no es para todos
Asistí a mi primer fin de semana de F1 en Catar y fue una aventura impresionante.
COLUMNA: MURO DEPORTIVO
Por Manuel R. Medina
FOTOS: Manuel R. Medina
DOHA, CATAR.- El deporte motor siempre me ha fascinado. La increíble manera en que los bólidos vuelvan sobre la pista, mientras los pilotos pierden litros de agua en sudor, ya que el estrés de conducir arriba de los 220 kilómetros por hora no es para todos. Pero siempre he creído que la única manera de disfrutarlo es teniendo mucho dinero, aunque aquí en Catar me di cuenta que la Fórmula 1 no tiene porque ser solo de los ricos.
Estoy en este país del Medio Oriente para cubrir al Cruz Azul en su paso por la Copa Intercontinental, donde buscará vencer a Pyramids de Egipto, para ver al Flamengo en "Semifinales" y sí todo sale bien, enfrentarse al París Saint-Germain en la Gran Final. De paso estoy cubriendo la Copa Árabe de la FIFA, donde hay más hispanohablantes de los que esperaba, aunque esa es otra historia.
Pero al llegar antes a Catar, me di cuenta que podía asistir a un fin de semana de Fórmula 1 y así lo hice. Mientras en la Ciudad de México y Las Vegas los precios son exorbitances, en Doha pude comprar un boleto para el viernes en tan solo 10 dólares, y para el domingo que era la carrera, había precios tan bajos como a tan solo 250 dólares. Por ver a los mejores pilotos del mundo valía la pena.
Y lo que no sabía yo era de que el boleto te da acceso a un mundo de actividades: Desde el mediodía pude ingresar al Circuito Internacional de Lusail, donde había música de DJs en diferentes lugares, varios juegos que simulaban desde manera un auto de la F1, hasta un reto de cambiar las llantas de uno de estos bólidos. Hubo un momento en que hasta me puse a crear mi propio auto de Lego, completamente gratis, para poder llevarme un recuerdo a casa.
Y la carrera no es solo un evento de un par de horas y ya. No, desde las 12:00 puedes entrar y ver diferentes eventos, desde cantantes, hasta carreras de otro tipo de vehículos, como una carrera de Porsche, muy al estilo del Medio Oriente. Después de tanto ajetreo, podías descansar en una de varias zonas de relajación que estaban alrededor de la pista. El agua potable era gratis y la comida rápida costaba lo mismo que en cualquier estadio de México y los Estados Unidos.
Por último, tras las emociones que trae el Gran Premio de Catar, el viernes pudimos disfrutar de un concierto gratuito del cantante Seal, el sábado un artista argelino muy famoso por estos lugares, y el domingo se cerró todo con broche de oro con Metallica.
Obvio que viajar tan solo para asistir a una de las carreras más baratas de F1 no es para todos. Hay costos escondidos como el transporte o lo costoso que es traer a toda la familia, pero si algo aprendí de este fin de semana es que la Fórmula 1 no tiene porque ser solo de los ricos.
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