Reanuda su Eras Tour este Miércoles, con un concierto en Tokio, el primero de su gira en 2024 y de cuatro que le esperan en la capital japonesa

TOKIO, JAPON.- Taylor Swift reanuda su Eras Tour este Miércoles, con un concierto en Tokio, el primero de su gira en 2024 y de cuatro que le esperan en la capital japonesa, que no pisaba desde hace más de 5 años, y ante las especulaciones sobre si podrá llegar a tiempo a la final de la Super Bowl el próximo Domingo.

La cantante estadounidense dará su primer concierto en Tokio este Miércoles a las 18.00 hora local (9.00 GMT) en el mítico estadio Tokyo Dome.

Este estadio, el más grande de la capital japonesa y con capacidad para 55,000 personas, prevé un lleno absoluto para los cuatro días, mientras que los seguidores de la artista ya se congregaban esta mañana frente al mismo para hacer cola y comprar artículos promocionales del tour.

Esta supone su primera visita a Japón en más de cinco años y la primera vez que una artista extranjera y mujer actúa en el Tokyo Dome durante cuatro días consecutivos, una muestra del fervor que despierta Swift en el país asiático.

Las entradas salieron a la venta el pasado Junio a través de un sistema de lotería y con precios que oscilaban entre los 8,800 yenes (55 euros) para menores de 20 años, los 22,800 yenes (143 euros) para un asiento normal y los 122,800 yenes (771 euros) para un asiento VIP.

A pesar de que la reventa de entradas es ilegal en Japón y se dificulta mucho la transferencia de las mismas, muchas webs se están llenando de ofertas estos días, en algunas ocasiones, por el doble o triple de su precio original.

Se estima que el impacto de las actuaciones en Tokio de Swift será de 34 billones de yenes (210 millones de euros), según estimaciones de Mitsumasa Etoh, de la Universidad de Tokio, que incluyen la venta de entradas, productos comerciales y costes de transporte, además de otros gastos indirectos.

Por cada miembro de la audiencia, se estima un impacto económico de unos 150,000 yenes (942 euros).

Los seguidores de la cantante tienen la vista puesta en Tokio, ya que los conciertos, que terminarán el día 10, se encuentran pegados a la final de la Super Bowl, que se celebrará el Domingo en Las Vegas a las 18.30 hora local (23.30 GMT) y donde participa su pareja, Travis Kelce, de los Kansas City Chiefs.