La cúpula fue una revelación de que las corporaciones ni estaban coordinadas, ni traían un plan específico para acabar con la delincuencia.

Redacción/ HIPTEX

TIJUANA.- Dos ‘mugrosillos’ pusieron en jaque a todas las corporaciones, establece Julián Leyzaola Pérez, candidato del PRD a la alcaldía de Tijuana, al recordar la balacera de “la casa de la cúpula” ocurrida el jueves 17 de enero de 2008.

Después de 11 años 4 meses de esa fecha, aún se pregunta ¿cómo es posible que eso hubiera sucedido? Entonces era secretario de Seguridad Pública Municipal de Tijuana. Corría el trienio del panista Jorge Ramos Hernández.

En el cuarto de siete videos de “Leyzaola. Historias Verdaderas”, difundidos en sus redes sociales oficiales como parte de su segunda campaña para llegar a la Alcaldía de Tijuana, recuerda que en esa ocasión la Policía Municipal salvó muchas vidas, porque se dedicó a evacuar a personas de los alrededores, entre ellos niños de un preescolar, cuyas fotografías en brazos de policías o con rostros desconcertados cubriéndose la cabeza, dieron literalmente la vuelta al mundo.

“Dos personas, cinco horas. No había una estrategia”, enfatiza y luego responde su interrogante: “la cúpula para mí fue una revelación de que las corporaciones ni estaban coordinadas, ni traían un plan específico para acabar con la delincuencia”.

Había que hacer una intervención, pensar, no estar disparando a lo loco para deshacer la cúpula a puro disparo, sentencia.

Sostiene que su instrucción a la Policía Municipal fue que no se involucrara en la balacera sino que los elementos sacaran a la gente en riesgo.

La Policía Municipal se dedicó a evacuar al kinder y a toda la gente de ahí. Hay fotografías de los oficiales sacando a los niños. “Definitivamente les salvaron la vida”, agrega.

Estaba la procuraduría, el Ejército, la Policía Federal, todos disparando a la cúpula. Cuando uno disparaba todos disparaban; un disparo de allá y todo mundo.

“Empezó la balacera temprano y empezaron a llegar las corporaciones a disparar, una balacera tremenda”, acota.

La balacera entre sicarios y corporaciones de seguridad ocurrió en la calle Agua Prieta del fraccionamiento Cortés, en una casa de tres niveles y más de 10 habitaciones.

Desde el evento a dicho inmueble se le conoce como “la casa de la cúpula” desde donde dispararon delincuentes a cientos de agentes y soldados en una de las balaceras más cruentas de la ciudad, en la época también más violenta que ha vivido Tijuana.





En el mismo video, Leyzaola Pérez asegura que si él hubiera llegado a gobernar Tijuana hace tres años, cuando buscó la Alcaldía por primera vez, “no tuviéramos la Tijuana de hoy”.

Es cierto que estuviéramos en los primeros lugares, pero de inversión, desarrollo, turismo, economía, afirma. “Nunca un primer lugar para ser la ciudad más violenta del mundo. A eso nos ha llevado estos gobiernos”.

Mientras tanto a la ciudadanía le dice que hay que cuidarse. Cuiden a sus hijos porque el combustible de las organizaciones criminales son los adolescentes. “Van, los enganchan, los envician y reclutan para integrarse a los grupos criminales”.

La responsabilidad de tener un hijo comprende educarlo, formarlo en valores, hacerlo que crezca y sea un hombre de éxito. Al abandonarlo y dejarlo que aprenda en la cultura de la calle, lo que se hace es darle combustible a las organizaciones criminales. Concluye que a los suyos nunca permitirá que les pase algo mientras él esté vivo. (lgs)