Estar continuamente expuesto a noticias violentas o trágicas podría generar una sensación de inseguridad o temor generalizada, lo que podría llevarnos a ocasionar cambios en la rutina diaria

MEXICALI.- En un entorno donde el flujo de información es constante, el acceso a noticias negativas, como accidentes, crímenes o desastres, se ha normalizado como parte de la rutina diaria. Según datos de YouGov, el 66.8% de los mexicanos consumen noticias, al menos, una vez al día, y el 35% accede a ellas principalmente por redes sociales. Esta exposición puede parecer inofensiva, pero cuando se vuelve excesiva, puede afectar la salud mental.

La Mtra. Ivon Aidé Guerrero Ceballos, Directora de la Escuela de Psicología en CETYS Universidad Campus Mexicali, comenta que mantenerse informado no es negativo, pero debe tener un propósito útil. “Para qué nos sirve la información que recibimos de diferentes medios? Por ejemplo, ¿Qué puedes hacer con la información del número de accidentes que se presentan en Mexicali ? Tal vez te sirva para conducir con mayor precaución, no manejar  en estado de ebriedad, para pedir un Uber si no estás en condiciones, o para asegurarte de que tu vehículo tenga seguro por daños a terceros. Pero si lo único que provoca es que manejes con ansiedad y estés esperando chocar, entonces hay que cuestionarse si realmente nos es de utilidad las noticias o la información que recibimos. ” señala. El problema surge cuando el consumo de noticias nos lleva a situaciones de ansiedad, miedo constante o incluso al aislamiento social.

Estar continuamente expuesto a noticias violentas o trágicas podría  generar una sensación de inseguridad generalizada, que en una situación extrema derivaría incluso en  cambios en la rutina diaria, como el dejar de conducir tras leer sobre accidentes frecuentes o vivir en estado constante de alerta creyendo que algo malo ocurrirá en cualquier momento. Esta reacción, explicó la Mtra. Guerrero, puede llevar a las personas a dejar de lado actividades cotidianas y en ocasiones interfiriendo de forma importante con sus actividades

Un ejemplo de ello es el seguimiento obsesivo de páginas de nota roja. La experta CETYS cuestiona: “¿Qué puedes hacer con la información del número de accidentes que pasan en tu ciudad? ¿Te sirve para cuidarte o te genera angustia constante?” Si la respuesta es la segunda, probablemente estemos ante un consumo problemático de noticias.

Identificar cuándo el consumo informativo se vuelve dañino es clave: “Cuando algo te genera malestar significativo, cuando interfiere con tu actividad laboral, con tus relaciones personales o te quita el disfrute de lo cotidiano, hay que ponerle atención”, concluye la Mtra. Guerrero.