El metal precioso superó los 3,900 dólares por onza, impulsado por la inestabilidad política en Francia y Japón, el cierre del gobierno de Estados Unidos y las expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal
El metal precioso superó los 3,900 dólares por onza, impulsado por la inestabilidad política en Francia y Japón, el cierre del gobierno de Estados Unidos y las expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal