La adaptación animada del clásico de George Orwell tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine de Animación de Annecy, tras más de una década de desarrollo
Tras más de diez años de gestación, el actor y director Andy Serkis ha presentado su esperada versión animada de Rebelión en la granja, la célebre fábula política escrita por George Orwell en 1945. La cinta debutó este lunes en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy.
“Llevamos más de una década intentando crear una versión de esta extraordinaria fábula, y ha sido un enigma increíblemente desafiante, con muchos giros y vueltas en el camino”, declaró Serkis al presentar la película ante el público del festival.
La idea surgió durante el rodaje de El planeta de los simios: (R)Evolución en 2011, cuando Serkis —quien interpretó a César, el líder de los simios rebeldes— encontró paralelismos entre la historia de Orwell y la actualidad. Junto con su socio Jonathan Cavendish fundaron el estudio de animación The Imaginarium, y pensaron que esta sería su primera película. “Nos equivocamos. Mucho”, admitió.
El proyecto pasó por varios estudios hasta llegar a Netflix en 2018, pero el gigante del streaming terminó abandonándolo. Fue gracias al apoyo de los estudios británicos Cinesite y Aniventure que la película pudo completarse, dejando de lado el estilo motion capture característico de Imaginarium en favor de una animación CGI más tradicional.
Aunque se mantiene fiel al núcleo de la obra original —una crítica a cómo los oprimidos pueden replicar los errores de sus opresores al alcanzar el poder—, la versión de Serkis actualiza el contexto. El cerdo Napoleón, con la voz de Seth Rogen, recuerda a figuras políticas contemporáneas, y una agro-magnate millonaria, interpretada por Glenn Close, intenta apoderarse de la granja a bordo de una SUV con aires de Cybertruck.
Serkis asegura que las referencias no fueron intencionales. “Empezamos a escribir mucho antes de que estos eventos ocurrieran. Pero hay suficientes déspotas en el mundo usando las mismas técnicas divisorias —desinformación, manipulación— para controlar a la gente. De eso trata la película”, explicó.
Una de las adiciones más significativas es la del personaje Lucky, un joven cerdito interpretado por Gaten Matarazzo, quien se debate entre la visión idealista de Snowball (Laverne Cox) y el carisma autoritario de Napoleón. “Esa fue una invención mía”, dijo Serkis. “Quería que el dilema moral fuera visto desde los ojos de un niño, para que el mensaje tuviera mayor impacto”.
La película aún busca distribución internacional. Goodfellas Animation está a cargo de las ventas globales.