México ha comenzado a utilizar perros adiestrados para detectar la presencia del gusano barrenador del ganado, una plaga que ha provocado la suspensión de importaciones por parte de Estados Unidos y pone en riesgo al sector agropecuario. Se prepara una planta de control biológico que abrirá en 2026
En un esfuerzo por frenar la expansión del gusano barrenador del ganado, México ha iniciado un programa innovador que involucra el uso de perros entrenados para detectar este parásito que representa una amenaza para la industria ganadera. La detección temprana es clave para evitar una propagación mayor hacia el norte del país y la frontera con Estados Unidos.
Uno de los protagonistas de este programa es “Hummer”, un perro mestizo rescatado y entrenado para reconocer el olor que deja la larva del gusano barrenador en el ganado infectado. Gracias a su olfato, Hummer puede identificar casos incluso antes de que los síntomas sean evidentes para el ojo humano.
El gusano barrenador (Cochliomyia hominivorax), también conocido como “mosca del gusano barrenador”, deposita sus huevos en heridas abiertas de animales, cuyas larvas se alimentan de tejido vivo, provocando infecciones severas e incluso la muerte del ganado si no se trata a tiempo.
La emergencia sanitaria ha motivado a las autoridades mexicanas a acelerar una estrategia integral de erradicación. Entre las medidas anunciadas se encuentra la construcción de una planta de producción de moscas estériles en 2026, como parte de un método biológico de control ya utilizado con éxito en el pasado.
Estados Unidos, por su parte, ha suspendido temporalmente la importación de ganado mexicano en regiones afectadas, mientras monitorea el avance de la plaga. La cooperación bilateral será fundamental para contener el brote y proteger el comercio agropecuario regional.