Investigadores logran progresos significativos en la creación de sangre sintética, un avance que podría solucionar la escasez mundial de donadores y salvar millones de vidas en emergencias médicas
Un grupo de científicos ha dado un paso crucial hacia la creación de sangre artificial, un desarrollo que promete transformar los sistemas de salud y salvar incontables vidas en todo el mundo.
El proyecto, que lleva años en investigación, ha logrado producir compuestos sintéticos capaces de imitar las principales funciones de la sangre humana, como el transporte de oxígeno y nutrientes a los órganos.
Los investigadores explicaron que estos nuevos avances permiten mantener las propiedades esenciales de los glóbulos rojos, ofreciendo estabilidad, durabilidad y eficiencia superiores a las de las transfusiones convencionales. Además, su uso podría eliminar el riesgo de infecciones por transfusión y reducir la dependencia de bancos de sangre, los cuales enfrentan constantes problemas de suministro.
“El desarrollo de sangre sintética representa una alternativa segura y viable para situaciones de emergencia, operaciones quirúrgicas complejas y atención médica en zonas de difícil acceso”, explicaron voceros del proyecto.
Aunque todavía se encuentran en fases de prueba, los resultados han generado optimismo en la comunidad médica y científica. Se espera que las primeras aplicaciones clínicas puedan comenzar en los próximos años, tras superar las regulaciones sanitarias y demostrar su seguridad a gran escala.
Este avance se suma a los esfuerzos globales por encontrar soluciones médicas innovadoras ante el envejecimiento de la población y la creciente demanda de recursos sanitarios.