El gusano barrenador es un problema, que representa altas pérdidas económicas para México, señala Alonso Fernández Flores, presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos Tipo Inspección Federal
CIUDAD DE MÉXICO.- La aparición del gusano barrenador es un problema de altas pérdidas económicas para México, por lo que se requiere con urgencia la construcción de una fábrica de mosca estéril.
Se exhorta retomar acciones pasadas que fueron la pauta para mantener libre del gusano barrenador a México, como fue el caso de la planta de producción de mosca estéril en Chiapa de Corzo, Chiapas, afirma Alonso Fernández Flores, presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos Tipo Inspección Federal (ANETIF).
Recordó que la planta dejó de operar en 2012, aún y cuando ayudó por varios años a mantener libre del gusano barrenador en el ganado vacuno.
Según el empresario, las instalaciones contaban con una producción de 500 millones de insectos a la semana, permitiendo dispersar masivamente moscas estériles en territorio nacional para frenar el avance del gusano barrenador.
El gusano barrenador, conocido como coquerel, es una larva que se alimenta de carne viva, de los animales de sangre caliente (bovinos, caprinos, animales domésticos y silvestres), y que puede inclusive afectar a los humanos causando miasis.
Las larvas son parásitos obligados de animales vivos; las infestaciones se producen cuando la mosca hembra pone sus huevos en los bordes de heridas superficiales y ocasionalmente en mucosas, una vez que las larvas se alimentan de los tejidos vivos y fluidos, crecen y agrandan la herida.
Las moscas poseen una capacidad excepcional de desplazamiento, pueden viajar de 10 a 20 kilómetros en climas tropicales con una alta densidad de animales y hasta 300 kilómetros en menos de dos semanas.
“Estos parásitos pueden ingresar a heridas tan pequeñas como la picadura de una garrapata y si la infestación no es tratada puede ser mortal; los animales de sangre caliente y los humanos son susceptibles a la infestación”, revela el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
Derivado de lo anterior, se vio la necesidad de erradicar dicha plaga, por lo que en 1957 se inició un programa de erradicación para eliminar al gusano barrenador del ganado en Estados Unidos, utilizando una técnica de control biológico (esterilización de moscas), desarrollada por el Servicio de Investigación Agrícola del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).
En 1962, con base en un convenio entre México y Estados Unidos iniciando así la dispersión de moscas estériles en nuestro país, con el objetivo de establecer una barrera al sur de Estados Unidos, recordó Senasica.
Originalmente se pensó establecer una barrera con esas moscas para mantener libres del insecto las zonas liberadas del norte de la república mexicana.
Se efectuó la dispersión en una franja de 80 a 100 km de ancho a través de los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.
“Tiempo después se comprobó que esa barrera no era suficiente para evitar las reinfestaciones, debido a que la mosca nativa puede volar distancias más grandes, por lo cual se procedió a aumentar la tarea de dispersión hacia los demás estados fronterizos y hacia el sur”, manifestó el Senasica.
Añadió que los ganaderos mexicanos de las zonas afectadas notaron durante tres años la disminución de las gusaneras de los animales.
La Comisión México-Americana para la Prevención de la Fiebre Aftosa fue la encargada de coordinar los trabajos en cinco estados del norte de México. Para el 28 de agosto de 1972, se formó la Comisión México Americana para la Erradicación del Gusano Barrenador del Ganado (Comex) para eliminar esta plaga de México y desplazar al sur la barrera de la mosca estéril.
En 1976, se construyó una planta nueva para la producción de adultos machos estériles en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, con capacidad de producción de 500 millones de moscas estériles por semana.
Para el año de 1977, el personal en operación de la Campaña era de 107 empleados, con un presupuesto de 308 millones de pesos. Más tarde, en 1982, la Comisión tenía 2 mil 031 trabajadores.
Las acciones de la planta de Chiapas, reemplazaron las de la antigua planta de Misión, Texas, la cual cerró en enero de 1981.
En 1991, se emitió el Decreto por el que se declaran los territorios de los Estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán libres del gusano barrenador del ganado C. hominivorax.
Javier Garcia Manrique, el entonces Director de la Comexa, señaló que desde 1972 hasta 1990, se notificaron 286 mil 750 casos de infestación por gusano barrenador en animales de sangre caliente en México.
“Consideramos muy importante señalar que la larva de la mosca del gusano barrenador, solamente infecta, se alimenta y sobrevive en tejido de animales de sangre caliente y humanos vivos, posteriormente se transforma a pupa y cae al suelo y si éste es propicio (humedad temperatura) eclosiona en una mosca para continuar el ciclo, por lo que la carne no representa ningún riesgo de transmisión o infestación a los seres humanos o animales”, afirmó el presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos Tipo Inspección Federal.
Alonso Fernández Flores hizo un llamado al Gobierno, industria y asociaciones a trabajar en conjunto desde cada uno de los eslabones, para sumarse y hacer un frente en común por México ante el resurgimiento del gusano barrenador del ganado, ya que es un problema que exige la atención y compromiso de todos quienes forman parte de la cadena productiva, participando de manera activa en las estrategias desarrolladas y robusteciendo la vigilancia en los puntos de ingreso al país.
Resaltó la importancia de destinar recursos al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), para robustecer su estructura técnica, administrativa y operativa que le permita hacer frente a esta emergencia y a aquellas que puedan poner en riesgo el estatus zoosanitario de México.
“Como representantes de la industria cárnica, apoyamos y reconocemos los esfuerzos y estrategias que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, ha desarrollado e implementado para hacer frente a la emergencia sanitaria a la que nos enfrentamos”, reconoció Alonso Fernández Flores.
Agregó que México se encuentra ante un problema que representa altas pérdidas económicas y por ello, la industria cárnica reafirma su compromiso para trabajar en conjunto con la Secretaría de Agricultura para reforzar las acciones y proteger el estatus sanitario, salvaguardando la ganadería mexicana y el comercio internacional.
El presidente de ANETIF reiteró su apoyo a SENASICA y conminó a unirse de manera activa, a las acciones que se tomen para atender la emergencia sanitaria.